LA UNICIDAD DE
DIOS
INTRODUCCIÓN
Unicidad:
Es un término teológico que hace referencia a Dios, significando que Él es
absolutamente Uno, Sólo, Único e Indivisible. Indica que nadie es como Dios y que solo hay
un Dios Deuteronomio 6:4, Dice: Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Gálatas 3:20. Dice: Y el mediador no lo es de uno solo;
pero Dios es uno.
Desde
el punto de vista de la Unicidad, el único
Dios es Espíritu, Juan lo
dijo: Dios es Espíritu; y los que le
adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. 4:24. Y
es Eterno, Perfecto, Infinito, Omnisciente, Omnipresente, Omnipotente,
Inefable, Incomprensible, Sabio, Santo, es el Creador de todas las cosas, y es
el único digno de ser adorado y de recibir culto por parte del hombre.
Cualquier adoración que no sea dirigida a Dios es considerada idolatría.
ISAÍAS:
LE FUE REVELADO El EMBARAZO DE MARIA Y EL NACIMIENTO DE JESUS
Dijo:
Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y
dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Isaías.
7:14.
Porque
un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, “Dios
Fuerte”, “Padre Eterno”, Príncipe de Paz. Isaías. 9:6.
ISAIAS: VIO LA VENIDA DE DIOS EN FORMA HUMANA
A LA
TIERRA
Decid
a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con
pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. Isaías. 35:4. Entonces los ojos
de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Isaías. 35:5. Entonces
el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas
serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. 35:6. El
que vino haciendo esos milagros fue Jesús, entonces si Jesús hizo los milagros
que anuncio Isaías que iba a hacer Jehová, es porque Jesús y Jehová son el
mismo.
Y
ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado injustamente? Y
los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice Jehová, y continuamente es
blasfemado mi nombre todo el día. 52:5.
Por
tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré
presente. 52:6. Dios iba a dar a conocer su nombre Jesús, que no era conocido por su
pueblo Israel. El mismo que hablaba iba
a estar presente. Y nadie diferente de Jesús estuvo presente en su pueblo
Israel, y supo que su nombre es Jesús.
MATEO: LE FUE REVELADO EL
NACIMIENTO DE JESÚS
El
nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José,
antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. Mateo. 1:18. José su marido, como era justo, y no quería infamarla,
quiso dejarla secretamente. Mateo. 1:19.
Y
pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le
dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en
ella es engendrado, del Espíritu Santo
es.
Mateo. 1:20. Y dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre JESÚS, porque él salvará a su
pueblo de sus pecados. Mateo. 1:21.
Todo
esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del
profeta, cuando dijo: mateo. 1:22. He
aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Mateo.
1:23. Dios con los hombres en la tierra caminando las calles de Jerusalén y
haciendo milagros en las personas.
Y
al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus
discípulos.
Mateo. 11:2. Para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Mateo 11:3. Respondiendo Jesús, les dijo: Id,
y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Mateo.
11:4. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son
limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el
evangelio. Mateo. 11:5. Y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí. Mateo. 11:6.
JUAN: LE FUE
REVELADO LA MANIFESTACIÓN DE (JESUS) EL VERBO HACHO CARNE
En
el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Juan. 1:1. Este era en el principio con Dios. Juan. 1:2. Todas las cosas
por él fueron hechas, y sin él nada de lo
que ha sido hecho, fue hecho. Juan. 1:3. Todas las cosas por Jesús
fueron hechas. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el
mundo no le conoció. Juan. 1:10. Jesús estaba en el mundo y el
mundo por él fue hecho pero el mundo no lo conoció.
Y
aquel Verbo fue hecho carne, y habitó
entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno
de gracia y de verdad. Juan. 1:14. Aquel verbo que es Jesús fue
hecho humano pero el mundo no lo conoció.
A
Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él
le ha dado a conocer. Juan. 1:18. El que quiera ver a Dios tiene que
verlo es en las persona de Jesús, porque Jesús es Dios hecho hombre.
Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el
Hijo del Hombre, que está en el cielo. Juan.3:13. Y
estaba hablando frente a frente con Nicodemo. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en
verdad es necesario que adoren. Juan. 4:24.
JESUS ES EL
MISMO YO SOY QUE SE LE PRESENTO A MOISES EN LA ZARZA.
Dijo
Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios
de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es
su nombre?, ¿qué les responderé? Exodo.3:13.
Y
respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE
SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. Éxodo. 3:14. Y les dijo: Vosotros
sois de abajo, yo soy de arriba;
vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Juan. 8:23
Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque
si no creéis que yo soy, en vuestros
pecados moriréis. Juan. 8:24. Y
si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me
envió, el Padre. Juan. 8:16. Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos
hombres es verdadero. Juan. 8:17.
Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me
envió da testimonio de mí. Juan. 8:18. Ellos
le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis,
ni a mi Padre; si a mí me conocieseis,
también a mi Padre conoceríais. Juan. 8:19.
Les
dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que
nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así
hablo. Juan. 8:28.
Porque el
que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada. Juan.
8:29. Porque el que me envió conmigo esta, el que lo envió el padre estaba
dentro de Jesús, el Espíritu Santo que lo engendro en María.
Abraham vuestro padre se gozó que había de ver mi día; y
lo vio, y se gozó. Juan. 8:56. Entonces le dijeron los
judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Juan 8:57. Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Juan. 8:58.
EL PADRE Y JESUS UNO SON
Yo y el
Padre uno somos. 10:30. Más si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las
obras, para que conozcáis y creáis que
el Padre está en mí, y yo en el
Padre. 10:38. El padre de Jesús,
es el Espíritu Santo, que lo engendro en el vientre de María. Jesús
clamó y dijo: El que cree
en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; 12:44.
Y el que me
ve, ve al que me envió. 12:45. El
que me ve, ve al Padre que me envió. Y
sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. 14:4. Le dijo
Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el
camino? 14:5.Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 14:6.
Si me conocieseis, también
a mi Padre conoceríais; y desde ahora le
conocéis, y le habéis visto. 14:7. Felipe le dijo: Señor, muéstranos
el Padre, y nos basta. 14:8. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con
vosotros, y no me has conocido, Felipe? El
que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos
el Padre? 14:9.
¿No crees que yo
soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las
hablo por mi propia cuenta, sino que el
Padre que mora en mí, él hace las obras. El Padre que habita en mi él hace la obra. La palabra morar es habitar. 14:11 Creedme
que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las
mismas obras. 14:10.
EL
QUE ABORRECE A JESUS NO CONOCE AL PADRE.
El que me aborrece
a mí, también a mi Padre aborrece. 15:23. Y harán esto porque
no conocen al Padre ni a mí. 16:3. He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis
esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo. 16:32. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! 20:28. Tomas reconoce
a Jesús como Dios.
CONCLUSIÓN
El Profeta mesiánico Isaías nos habla muy claramente de la unicidad, este tema tan hermoso; él es uno de los
profetas mayores que más se distingue sobre cosas semejantes, para él Dios es Uno y fuera de Él no hay quien salve.
Isaías. 43:11. Cristo como hombre, nos
enseña de la Unicidad de Dios. Y él debe saber, pues él vino del cielo y conoce
todo lo de Dios.
Sin embargo, debemos decir que Cristo no vino
exclusivamente a decir que él era Dios; porque el mundo no sólo necesitaba a un
Dios, sino a un Salvador que lo redimiera del pecado y de la muerte; esa es la
misión que como Hijo de Dios, Cristo vino hacer, y la hizo. El Apóstol Pablo también nos habla de la
Unicidad de Dios. Él fue el apóstol
agraciado con una revelación directa de Dios.
La virtud del Señor operaba maravillosamente en él, y él hizo honor a
esa revelación guardándose íntegro en todo.
Su ejemplo es para nosotros un camino a seguir; él
dice: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los
hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos,
vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza
bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro Gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo
por nosotros para redimirnos…” Tito 2:11-14.
Y nos dijo también el apóstol Pablo: E
indisolublemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el
Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en
el mundo, Recibido arriba en gloria. 1º Timoteo. 3:16.
Escrito por:
DONALDO E. VILLAZON A.
Dr. en Filosofía de la Religión. Lic. en Teología. Diploma en Teología, Técnico en Teología Ciencias
Religiosa y Administración Eclesial.