MINISTROS
COMPETENTES DEL NUEVO PACTO
Es de gran importancia que
nosotros como ministros competentes del Nuevo Pacto, sepamos en qué consiste
nuestro ministerio. No tenemos el ministerio de Moisés ni el del Antiguo Pacto,
sino el ministerio de Jesús y del Nuevo Pacto. Un ministro de Dios debe de
estar seguro de sí mismo y no depender de otro ministerio, les sugiero a los consejeros
que su dependencia viene de Dios, la visión viene de Dios, y no del
hombre.
MINISTROS DE UN NUEVO
PACTO
El cual asimismo nos hizo
ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu;
porque la letra mata, más el Espíritu vivifica. 2 Corintios.3:6. Dios nos
hizo ministros del nuevo pacto o sea del pacto que Jesucristo hizo cuando tomo
la copa y dijo: esto es mi sangra del nuevo pacto, que por muchos es derramada
para el perdón de los pecados. Mateo.26:28.
Cuando dijo: esto es mi
sangra del nuevo pacto. Es porque esa sangre era la del pacto o nuevo testamento, con su sangra estaba estableciendo
un nuevo pacto. El pacto de la letra grabados en piedras fue hecho por Moisés
en el monte del Sinaí. A ese ministerio lo llamo el apóstol Pablo el ministerio de
muerte. Porque Moisés murió. El ministerio del Espíritu vivifica. Porque es de resurrección.
No que seamos competentes
por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra
competencia proviene de Dios. ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros
mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para ustedes, o de recomendación de ustedes? 2 Corintios.3:1.
Nuestras cartas son ustedes, escritas en nuestros corazones,
conocidas y leídas por todos los hombres. 2 Corintios.3:2.
Siendo manifiesto que son carta de Cristo expedida por nosotros,
escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de
piedra, sino en tablas de carne del corazón. 2 Corintios.3:3. Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con
Dios.2 Corintios 3:4.
EL MINISTROS DEL ESPÍRITU O DE JUSTIFICACION
No que seamos competentes
por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra
competencia proviene de Dios, Corintios.3:5. El cual asimismo nos hizo
ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del
espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica. Corintios.3:6. ¿Cómo
no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? Corintios.3:8. Porque si el ministerio de condenación fue con
gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación. Corintios.3:9.
SI LO QUE PERECE TUVO GLORIA
Porque si lo que perece tuvo
gloria, mucho más glorioso será lo que permanece. Corintios.3:11. Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha
franqueza; Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a
Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Corintios.3:15. Pero
cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. Corintios.3:16.
Porque el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Corintios.3:17. Por tanto, nosotros
todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del
Señor. Corintios.3:18.
EL MINISTERIO DE CONDENACIÓN O DE MUERTE
Y si el ministerio de muerte
grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no
pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su
rostro, la cual había de perecer.
Corintios.3:7. Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este
respecto, en comparación con la gloria más eminente. Corintios.3:10.
Y no como Moisés, que ponía
un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista
en el fin de aquello que había de ser abolido. Corintios.3:13. Pero el
entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el
antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es
quitado. Corintios.3:14.
Por lo cual, teniendo
nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no
desmayamos. 2 Corintios 4:1. Antes
bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni
adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad
recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios. 2 corintios 4:2.
NUESTRO EVANGELIO ESTÁ AÚN ENCUBIERTO
Pero si nuestro evangelio
está aún encubierto, entre los que se pierden están encubierto. 2 Corintios 4:3. En los cuales el dios de este siglo cegó el
entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del
evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 2 Corintios 4:4.
Porque no nos predicamos a
nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros
siervos por amor de Jesús. 2 Corintios
4:5. Porque
Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que
resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la
gloria de Dios en la faz (cara) de Jesucristo. Viviendo por la fe. 2 Corintios 4:6.
TENEMOS ESTE TESORO EN VASOS DE BARRO
Pero tenemos este tesoro en
vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.
2 Corintios 4:7.Los tesoros que tenemos es el Espíritu Santo y el conocimiento
de las escrituras y los vasos de barro somos nosotros porque del barro fuimos
tomados. Que estamos atribulados en todo, mas no
angustiados; en apuros, mas no desesperados. 2 Corintios 4:8.
Perseguidos, más no
desamparados; derribados, pero no destruidos. 2 Corintios 4:9. Llevando
en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la
vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 2 Corintios 4:10. Porque nosotros que vivimos,
siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la
vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 2 Corintios 4:11.
De manera que la muerte
actúa en nosotros, y en ustedes la vida. 2 Corintios 4:12. Pero
teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo
cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos. 2
Corintios 4:13.
EL
QUE RESUCITÓ AL SEÑOR JESÚS, A NOSOTROS TAMBIÉN NOS RESUCITARÁ
Sabiendo que el que resucitó
al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará
juntamente con ustedes. 2 Corintios 4:14. Porque
todas estas cosas padecemos por amor a ustedes, para que abundando
la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de
Dios. 2 Corintios 4:15.
Por tanto, no desmayamos;
antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no
obstante se renueva de día en día. 2 Corintios 4:16. El hombre exterior es el
cuerpo físico que tenemos, el desgaste que va recibiendo nuestro cuerpo es el
envejecimiento que recibimos. Nuestro hombre interior es el cuerpo espiritual
que se va formando dentro de nosotros.
Porque esta leve tribulación
momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de
gloria. 2 Corintios 4:17.
No mirando nosotros las cosas que
se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero
las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:18. No mirar las cosas que se ven,
son las cosas terrenales, las que no se ven son las espirituales, las eternas.
CONCLUSIÓN
Son mucho más gloriosos los
frutos del ministerio del Nuevo Pacto. No mezclemos el ministerio del Antiguo
con el ministerio del Nuevo pacto, mejor seamos ministros del Nuevo Pacto para
que veamos sus gloriosos frutos en nosotros mismos.
Pablo sabía que
el éxito del nuevo pacto, no dependía de él, que tampoco dependía de los hombres en
absoluto, sino de Dios en él, está victoria de tu ministerio depende de Dios.
Si tú quieres ver almas convertidas
a Cristo solo pide a Dios, que cambie esos corazones de piedra y que
ponga un corazón de carne convertidos por el poder de Dios, es decir corazones fláccidos a la voz de
Dios, humildes y receptores a la palabra de Dios.
Escrito
por: Donaldo E. Villazon. A. Dr. En Filosofía de La Religión, Licenciado en Teología, Diploma Teología y Ciencia
Religiosa. Técnico en Teología y Ciencias Religiosa y Administración Eclesial.