MINISTRO
COMPETENTES DE UN NUEVO PACTO
INTRODUCCION
Cabe recordar en esta breve
introducción, que ustedes son cartas escritas en nuestros corazones, conocidas y
leídas por todos los hombres. Siendo manifiesto que son carta de Cristo expedida por
nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en
tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón
El Apóstol Pablo hace dos
preguntas a los habitantes de corintio, a los creyentes convertidos a
Jesucristo:
1º.
Pregunta ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos?
2º. Segunda ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas
de recomendación para ustedes, o de recomendación de ustedes? 2 CORINTIOS.3:1.
NUESTRAS CARTAS SON USTEDES
El apóstol pablo
le dice a los corintios: Nuestras cartas
son ustedes, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres. 2 CORINTIOS.3:2.
Siendo manifiesto
que son carta de Cristo expedida por
nosotros, escrita no con tinta, sino con
el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón. 2 CORINTIOS.3:3.
TAL CONFIANZA TENEMOS MEDIANTE CRISTO
Y tal confianza
tenemos mediante Cristo para con Dios. 2 CORINTIOS.3:4. No que seamos
competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino
que nuestra competencia proviene de Dios.
2 CORINTIOS.3:5.
NOS HIZO MINISTROS COMPETENTES DE UN NUEVO PACTO
El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo
pacto, no de la letra, sino del
espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica. 2
CORINTIOS.3:6. Jesucristo nos hizo ministros competentes de un nuevo
pacto; no de la ley, sino del espíritu; porque la ley mata, más el espíritu reaviva. No el pacto de la ley
sino el de la gracia.
EL MINISTERIO DE MUERTE FUE CON GLORIA
Y si el ministerio de muerte grabado con
letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de
Israel no pudieron fijar la vista en el
rostro de Moisés a causa de la
gloria de su rostro, la cual había de perecer. 2 CORINTIOS.3:7. Si el
ministerio de muerte de la ley grabado
con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron
fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la
cual había de perecer.
EL MINISTERIO DEL ESPÍRITU
El Apóstol Pablo hace una pregunta: ¿Cómo no
será más bien con gloria el
ministerio del espíritu? 2 CORINTIOS.3:8. Cómo no será más bien con gloria la
administración del hálito?
EL MINISTERIO DE CONDENACIÓN
Porque si el
ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación. 2
CORINTIOS.3:9. Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto,
en comparación con la gloria más eminente. 2 CORINTIOS.3:10.
SI LO QUE PERECE TUVO GLORIA
Porque si lo que
perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece. 2
CORINTIOS.3:11. Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha
franqueza. 2 CORINTIOS.3:12.
NO COMO MOISÉS, QUE PONÍA UN VELO SOBRE SU ROSTRO
Y no como Moisés,
que ponía un velo sobre su rostro,
para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había
de ser abolido. 2 CORINTIOS.3:13.
Pero el
entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el
antiguo pacto (la ley), les queda el
mismo velo no descubierto, el cual
por Cristo es quitado. 2
CORINTIOS.3:14.
EL VELO ESTÁ PUESTO SOBRE EL CORAZÓN DE ELLOS
Y aun hasta el día
de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo
está puesto sobre el corazón de ellos. 2
CORINTIOS.3:15. Pero cuando se
conviertan al Señor, el velo se
quitará. 2 CORINTIOS.3:16. Pero cuando se conviertan al Señor Jesucristo,
el velo se quitará.
DONDE ESTÁ EL ESPÍRITU DEL SEÑOR, ALLÍ HAY LIBERTAD
Porque el Señor es
el Espíritu; y donde está el Espíritu
del Señor, allí hay libertad. 2 CORINTIOS.3:17. Por tanto, nosotros todos,
mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del
Señor. 2 CORINTIOS.3:18.
Por tanto,
nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un retrato la gloria del
Señor, somos transfigurados de gloria en gloria en la similar imagen, como por
el Espíritu del Señor.
TENIENDO NOSOTROS ESTE MINISTERIO
Por lo cual,
teniendo nosotros este ministerio
según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. 2 CORINTIOS.4:1.
Antes bien
renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino
por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana
delante de Dios. 2 CORINTIOS.4:2.
SI NUESTRO EVANGELIO ESTÁ AÚN ENCUBIERTO
Pero si nuestro evangelio está aún encubierto,
entre los que se pierden están
encubierto. 2 CORINTIOS.4:3. Pero si nuestro evangelio está aún oculto, entre
los que se pierden están oculto.
PARA QUE NO LES RESPLANDEZCA LA LUZ DEL EVANGELIO
En los cuales el
dios de este siglo cegó el entendimiento
de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen
de Dios. 2 CORINTIOS.4:4. En los cuales el dios de este siglo cegó el
entendimiento de los incrédulos, para que no les brille la luz del evangelio de
la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
SINO A JESUCRISTO COMO SEÑOR
Porque no nos
predicamos a nosotros mismos, sino a
Jesucristo como Señor, y a nosotros
como vuestros siervos por amor de Jesús. 2 CORINTIOS.4:5. Porque no nos
instruimos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como a
su siervos por amor de Jesús.
DIOS, QUE
MANDÓ QUE DE LAS TINIEBLAS RESPLANDECIESE LA LUZ,
Porque Dios, que
mandó que de las tinieblas
resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la
gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 2 CORINTIOS.4:6.
Porque Cristo, que
mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en
nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Señor en
la cara de Jesucristo.
CONCLUSION
Con esta colusión, cabe
afirmar que aun hasta el dio de hoy, cuando se lee a
Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se
conviertan al Señor, el velo se quitará. En los cuales el dios de este
siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la
luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Escrito por: DONALDO E. VILLAZON A, Doctor en Filosofía de La
Religión, licenciado en Teología, Diploma en Teología y Ciencias Religiosa,
Técnico en Teología Ciencias Religiosa y Administración Eclesial
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