domingo, 11 de marzo de 2018

MINISTRO COMPETENTES DE UN NUEVO PACTO


MINISTRO COMPETENTES DE UN NUEVO PACTO
INTRODUCCION

Cabe recordar en esta breve introducción, que ustedes son cartas  escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres.  Siendo manifiesto que son carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón

El Apóstol Pablo hace dos preguntas a los habitantes de corintio, a los creyentes convertidos a Jesucristo:

1º. Pregunta ¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos?

2º. Segunda  ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para ustedes, o de recomendación de ustedes? 2 CORINTIOS.3:1.

NUESTRAS CARTAS SON USTEDES

El apóstol pablo le dice a los corintios: Nuestras cartas son ustedes, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres. 2 CORINTIOS.3:2.

Siendo manifiesto que son carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón. 2 CORINTIOS.3:3.

TAL CONFIANZA TENEMOS MEDIANTE CRISTO

Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios. 2 CORINTIOS.3:4. No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios. 2 CORINTIOS.3:5.

NOS HIZO MINISTROS COMPETENTES DE UN NUEVO PACTO

El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica. 2 CORINTIOS.3:6. Jesucristo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto; no de la ley, sino del espíritu; porque la ley mata,  más el espíritu reaviva. No el pacto de la ley sino el de la gracia.

EL MINISTERIO DE MUERTE FUE CON GLORIA

Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer. 2 CORINTIOS.3:7. Si el ministerio de muerte de la ley  grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer.

EL MINISTERIO DEL ESPÍRITU

El Apóstol Pablo hace una pregunta: ¿Cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? 2 CORINTIOS.3:8. Cómo no será más bien con gloria la administración del hálito?

EL MINISTERIO DE CONDENACIÓN

Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación. 2 CORINTIOS.3:9. Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente. 2 CORINTIOS.3:10.

SI LO QUE PERECE TUVO GLORIA

Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece. 2 CORINTIOS.3:11. Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza. 2 CORINTIOS.3:12.

NO COMO MOISÉS, QUE PONÍA UN VELO SOBRE SU ROSTRO

Y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido. 2 CORINTIOS.3:13. 

Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto (la ley), les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. 2 CORINTIOS.3:14.

EL VELO ESTÁ PUESTO SOBRE EL CORAZÓN DE ELLOS

Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. 2 CORINTIOS.3:15. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. 2 CORINTIOS.3:16. Pero cuando se conviertan al Señor Jesucristo, el velo se quitará. 

DONDE ESTÁ EL ESPÍRITU DEL SEÑOR, ALLÍ HAY LIBERTAD

Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 2 CORINTIOS.3:17. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.  2 CORINTIOS.3:18.

Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un retrato la gloria del Señor, somos transfigurados de gloria en gloria en la similar imagen, como por el Espíritu del Señor.

TENIENDO NOSOTROS ESTE MINISTERIO

Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. 2 CORINTIOS.4:1.

Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.  2 CORINTIOS.4:2.

SI NUESTRO EVANGELIO ESTÁ AÚN ENCUBIERTO

Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden están encubierto. 2 CORINTIOS.4:3. Pero si nuestro evangelio está aún oculto, entre los que se pierden están oculto.

PARA QUE NO LES RESPLANDEZCA LA LUZ DEL EVANGELIO

En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 2 CORINTIOS.4:4. En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les brille la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 

SINO A JESUCRISTO COMO SEÑOR

Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 2 CORINTIOS.4:5. Porque no nos instruimos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como a su siervos por amor de Jesús.

DIOS, QUE MANDÓ QUE DE LAS TINIEBLAS RESPLANDECIESE LA LUZ,

Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 2 CORINTIOS.4:6.
Porque Cristo, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Señor en la cara de Jesucristo.

CONCLUSION

Con esta colusión, cabe afirmar que aun hasta el dio de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.  Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 


Escrito por: DONALDO E. VILLAZON A, Doctor en Filosofía de La Religión, licenciado en Teología, Diploma en Teología y Ciencias Religiosa, Técnico en Teología Ciencias Religiosa y Administración Eclesial





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